(Aparentemente, este libro no es diferente de un tomo ordinario, pero al mirar más de cerca, descubres que está rodeado de un tenue anillo de estrellas, como si se tratara de un hechizo oculto. Los registros de la información enciclopédica de los buabuabós se encuentran en la página en la que el libro está abierto. Puedes darle la vuelta con la mano, pero no importa cuántas veces lo hagas, el contenido siempre será el mismo. Es como si estuvieras hojeando un libro de arenas movedizas. Al parecer, necesitas una especie de autorización para ver el resto del contenido, algo así como una llave).
Especie intergaláctica: espiritual n.º
Nombre de la especie: buabuabó.
Otros nombres por los que se la conoce en la galaxia: buabuá, mal de ojo, diablillo espiritual.
Clasificación: reino espiritual; clase: espíritu astral; orden: amorfo; familia: esencia espiritual; subespecie: heliobus.
Resumen de la investigación:
Los organismos espirituales, representados por los espíritus astrales, datan del principio de la Era del Ámbar. Las teorías de la concepción del Leviatán asumen que los Leviatanes ancestrales quedaron varados en tierra al terminar las Guerras del Crepúsculo. Durante su letargo, las células en descomposición fueron un semillero de organismos biológicos, y la disipación de su energía vital se convirtió en espíritus astrales. Sin embargo, en años recientes, cada vez más expertos en el tema han puesto en entredicho las teorías de la concepción del Leviatán. Otras teorías infundadas se excluyen en este resumen.
En un inicio, los espíritus astrales no tenían una voluntad propia y todo lo que hacían era flotar sin rumbo fijo por la galaxia. Durante la Era Trazacaminos, cuando los Anónimos viajaban a lo largo de la galaxia, los espíritus astrales sintieron atracción por la libertad del humano para viajar. Estos seres mortales que sentían emociones fuertes como el amor y el deseo dejaron una profunda impresión en el corazón árido de los espíritus astrales. Los humanos se convirtieron entonces en el huésped más deseable de los espíritus astrales. Estos seguían el aroma de las emociones para encontrar a su presa, adueñarse de su cuerpo y convertir al huésped en un cuerpo andante sin mente. Los huéspedes que no podían fusionarse con los espíritus astrales morían en el acto. Existe un caso comprobado de un Anónimo de nombre Erwin Hessler que fue poseído por un espíritu astral y logró formar una relación simbiótica con él. Aquellos poseídos por espíritus astrales y que han tenido un final trágico han quedado perdidos en el tiempo.
Desde entonces, este tipo de organismos espirituales se ha escondido y asimilado en la sociedad humana. Muchos temen su excepcional habilidad para percibir emociones y controlar la mente y el corazón humano.
Los buabuabós heredaron las habilidades de sus ancestros, los espíritus astrales, pero no son tan mortíferos. Cuando están solos, tienen una apariencia de ondulaciones fantasmales transparentes y les gusta asustar a las personas. Al ocupar un huésped, la personalidad de este cambia drásticamente y tiene cambios temperamentales bruscos. Luego de cometer una serie de bromas, el huésped vuelve en sí.
Si los actos brutales de los espíritus astrales tienen el propósito de poseer a las personas y evolucionar, el motivo por el cual el buabuabó merodea por el universo es...
Por pura diversión.
Así es, hacen travesuras sin razón aparente y se marchan silenciosamente cuando se aburren. Cuando termina el alboroto, el huésped regresa a la normalidad, pero los daños provocados son irreparables.
De acuerdo con el