Archivum Honkai: Star Rail

Capítulo 2: Ciudad Congelada (extracto n.º 2)

Continuación: Artem, guiado por Anna, vio por primera vez las maravillas tecnológicas de la Ciudad Congelada, como el agua de lluvia y la red de túneles congelados. Durante el paseo, Anna le entregó formalmente a Artem una invitación de la reina: había sido convocado como invitado extranjero. Ahí se encontraría con Dalmir, del Reino de Lava...

Al ser convocado, Artem acudió al Palacio de Cristal de la Ciudad Congelada. No hacía falta que le dijeran qué edificio era, puesto que su majestuosa cúpula se veía desde todas partes. Podía utilizarse como punto de referencia para no perder el rumbo.

Artem cruzó la recepción guiado por el soldado encargado de recibir a los invitados y entró en la galería histórica, el orgullo del Palacio de Cristal. La luz tenue del sol poniente trazaba las delicadas líneas de las paredes de la galería.

Las esculturas de los antiguos héroes y reyes se movían a medida que Artem avanzaba. Extendían sus lanzas, enfrentándose lentamente a los feroces monstruos; sus capas se agitaban, como bailando con fuerte viento. Sin embargo, una vez que Artem se detuvo, la epopeya en la pared de la galería se detuvo también.

Al fin y al cabo, Artem procedía de un entorno museístico y su trabajo era siempre una búsqueda del pasado en artefactos silenciosos. Conocía las técnicas utilizadas por estos artistas del pasado y estaba acostumbrado a ignorar los adornos metafóricos y simbólicos e ir directamente a la historia en sí. No pudo evitar frenar y apreciar los detalles.

Con su cuerpo derramando sangre dorada, el dios emerge del cielo destrozado y mira con frialdad al mundo mortal...

Los guerreros de la Ciudad Congelada luchaban contra las hordas de monstruos llevando armaduras que Artem nunca había visto antes y empuñando armas que emitían llamas mortales.

Carros de guerra enormes como montañas, cumulonaves volando como gaviotas de nieve. En la cima de este poderoso ejército, una mujer con una corona de diamantes. Empuñaba una lanza, la hoja apuntando directamente hacia el implacable dios en el cielo...

Artem estuvo a punto de ser abrumado por el poder contenido en este momento congelado. Dejó escapar un largo suspiro y se encontró con que el soldado, que iba delante de él, miraba su fascinación con una sonrisa. Lanzó una mirada de disculpa al soldado y aceleró el paso para alcanzarlo.

Al llegar al salón, el soldado que lo recibía le dijo que tenía libertad para moverse por el lugar mientras esperaba a que la reina lo llamara.

Poco después de sentarse, un invitado extranjero harapiento tomó asiento a su lado. Antes de que Artem pudiera decir algo, el hombre comenzó a presentarse.

"Hola, soy Dalmir y provengo del lejano Reino de Lava. ¿Podría preguntar...?".

"Soy Artem y vengo de Belobog... Sin embargo, no soy realmente un invitado extranjero, solo un aventurero perdido".

"¿Belobog? Nunca había oído hablar de ese lugar, pero es estupendo conocer a colegas aventureros".

"¿Colegas? Qué agradable sorpresa. Debes haber vivido aventuras muy emocionantes, a juzgar por tu atuendo".

"Se las podría describir como emocionantes. Vine aquí en una bala de cañón. Fue asombroso, es la primera vez que veo copos de nieve...".

"¿Qué has dicho? ¿Que viniste aquí en una... bala de cañón?".

"Sí, sí. Se carga a un hombre como una bala de cañón. Luego se dispara y sale volando, ¡bum! ¿Entiendes?". El hombre llamado Dalmir, emocionado, dibujó una curva con sus dedos.

"No lo entiendo. ¿Puede una persona sobrevivir el salir disparada como una bala de cañón?".

"Ya llego a mi momento favorito. Fíjate en tu mirada incrédula. Permíteme hablarte de mi tierra natal tranquilamente. Ja, ja, ya estoy acostumbrado a esto". Dalmir sonrió orgulloso con las manos en la cadera.

"Vengo del Reino de Lava. Allí nunca se ven copos de nieve, y la temperatura es un mundo aparte de la Ciudad Congelada. Hay muchos volcanes activos de gran energía en nuestra zona. Volcanes, ¿sabes lo que son? Son lo contrario de las montañas nevadas, montañas calientes y humeantes. De vez en cuando el cráter de un volcán escupe una ráfaga de fuego al cielo".

Artem era completamente incapaz de imaginar una montaña tan caliente que escupiera fuego. Solo pudo asentir con la mente en blanco, y luego asentir de nuevo.

"... Así es. Aprovechamos el poder del volcán para crear el cañón volcánico. El cañón se utiliza para lanzar aventureros como yo a otros países lejanos para explorar. Pero cuando ya estaba en el aire me di cuenta de que el camino de vuelta tendría que ser a pie. Resulta que todos esos aventureros anteriores volvieron caminando, ¡ja, ja, ja!".

Dalmir era hablador por naturaleza, con un entusiasmo de fuego en sus palabras. Esto le dio a Artem una sensación de cercanía. Entre conversaciones, aprendió por primera vez qué es un volcán, qué es el movimiento de la corteza terrestre y qué es un cañón volcánico...

Los aventureros del Reino de Lava están dispersos por los cuatro polos de la tierra, pero con la brújula que apunta al Reino de Lava, siempre pueden encontrar el camino de vuelta. Sin embargo, el viaje a casa no es más seguro que un vuelo de cañón. Solo un puñado de aventureros ha conseguido volver a casa. Y los que lo consiguen siempre traen consigo compañeros extranjeros de confianza, que aportan conocimientos, habilidades y perspectivas que el reino no podría haber obtenido por sí solo.

"Artem, necesito tu ayuda. Acompáñame al Reino de Lava a tiempo para presenciar la mayor actividad volcánica de la historia".

"¿La mayor actividad volcánica de la historia?...".

"¡Sí, entonces estaremos listos para salir volando de este planeta con los mayores cañones volcánicos! ¡Nos dirigiremos al Sateledén del viejo mundo!".

(Continuará...).