La primera referencia histórica a este dios es una biografía de un diplomático del reino de Saya, unos
Hace alrededor de
La muerte de un dios se consideraba un ritual de sacrificio con un profundo significado simbólico. Se pueden encontrar metáforas similares en otras mitologías: los cuerpos de dioses muertos creando el mundo, con su sangre convirtiéndose en ríos, los huesos convirtiéndose en montañas, el pelo convirtiéndose en bosques, etc. Con la aparición del Hielo Eterno, el mundo de los dioses comenzó a debilitarse gradualmente. Hasta que, finalmente, la casa construida a partir del cadáver de Jarilo ya no pudo soportar la vida humana y se derrumbó, tal y como ocurrió en el mito.
El final del mito está claramente influenciado por la invasión del Hielo Eterno y la nueva religión emergente en su historia. El Jarilo anterior al Hielo Eterno era una deidad de la naturaleza de tipo "nacimiento-muerte-renacimiento", cuyo ciclo vital era el mismo que el de los cultivos de la región norteña de Nycatha: desde la siembra hasta el crecimiento y finalmente la cosecha (que se consideraba una forma de destruir los cultivos). Tras la llegada del Hielo Eterno, este ciclo de cambio de estación se rompió y se sustituyó por las particulares condiciones climáticas del Belobog. En esta historia, este cambio climático se explica basándose en los asuntos familiares entre dioses.
Cabe mencionar que, en la historia, Jarilo va evolucionando de un pródigo infiel a un esposo leal. Al final de la historia, buscó la redención de Perun, por lo que terminó pagando un alto precio por sus errores. Se llegó a considerar que estos cambios en Jarilo estaban relacionados con los cambios de fase lunar, una proyección de la comprensión humana de los fenómenos naturales. Esta interpretación se mantuvo hasta la aparición del Hielo Eterno, cuando la gente ya no podía observar los cambios de fase de la luna. Había una falta de comprensión de tales fenómenos astronómicos, por lo que estaban más inclinados a sacar una conclusión moral a la historia: el ciclo interminable de "nacimiento-muerte-renacimiento" de este dios era el precio a pagar por su amor.