Archivum Honkai: Star Rail

Parte II

Escorpión de cristal

"Los escorpiones de cristal no tienen cristales. ¿Eso no es sentido común?".

Los escorpiones de cristal adultos están cubiertos casi por completo por un caparazón transparente. Pueden medir hasta cinco o seis centímetros de largo y su cuerpo está dividido en dos partes: el prosoma y el opistosoma. Tienen seis pares de apéndices en el prosoma; el primero se utiliza para la alimentación, el segundo son unas pinzas como las de los cangrejos que utilizan para atacar, defenderse y tocar cosas, y los apéndices restantes son patas para desplazarse. El opistosoma es la cola, que forma una curva hacia adelante rematada con un aguijón. Su veneno no es letal para los humanos, pero causa un dolor muy intenso, como el de una quemadura.

El famoso caparazón transparente del escorpión de cristal en realidad es una imitación de geomédula, y no un cristal caro. Cuando el polvo de geomédula se excreta del cuerpo, se asimila con el caparazón duro y forma este caparazón único. Con esta imitación particular, el escorpión de cristal puede alimentarse de los lagartos cristalizados que viven cerca de la geomédula.

En la época en la que los coleccionistas cazaban lagartos cristalizados, también atrapaban escorpiones de cristal. Como resultado, su población sufrió una reducción significativa y ahora se considera una especie rara y en peligro de extinción. Se comercializa a precios elevados en el mercado del Bajomundo.


Topo loco

"No puedo evitar preguntarme qué pasaría si tuviera la desgracia de tropezar con su madriguera mientras exploro las oscuras profundidades de una cueva".

Los topos locos tienen extremidades cortas y musculosas. Sus patas delanteras están equipadas con garras muy desarrolladas, extremadamente adecuadas para cavar túneles. Sin embargo, prefieren usar la cabeza y los dientes para cavar. Sus ojos apenas pueden ver nada. Las orejas son difíciles de distinguir y carecen de aurícula. Su cola es corta, un poco más larga que sus patas traseras, y normalmente no tienen pelo o tienen muy poco. Antes se pensaba que se alimentaban principalmente de raíces de plantas, pero ahora todo el mundo sabe que son omnívoros.

Los ecologistas han descubierto que los topos locos poseen una serie de características distintivas que son perjudiciales para la supervivencia de la especie. Los investigadores consideran que la rápida propagación del Fragmentum es la causa de este fenómeno: parece que los topos locos son más sensibles a cierta sustancia específica del Fragmentum que otras especies. Por eso se volvieron sumamente agresivos y son capaces de rodear y devorar a mamíferos mucho más grandes que ellos.

Y luego está el infierno interminable de la supervivencia. Los topos locos rara vez abandonan sus madrigueras, pero las amplían sin parar debido a dos factores: primero, los topos locos tienen una intolerancia severa a sustancias específicas en el aire de la superficie, lo que les imposibilita sobrevivir fuera de sus madrigueras; segundo, el Fragmentum acelera el deterioro de su hábitat limitado. Por eso, los topos no pueden dejar de buscar nuevos espacios subterráneos para vivir. Si una desafortunada criatura cae en su madriguera, se la comen. Si no hay ninguna, se comen entre sí. Siempre hay una enorme pila de huesos en las madrigueras de los topos locos.

Sin embargo, su notable capacidad reproductiva compensa con creces sus malas cualidades de supervivencia. Incluso si la población de topos locos se redujera artificialmente hasta que solo quedaran unos pocos individuos, se recuperaría rápidamente tras unos meses.

Había una vez un desafortunado minero que oía a los topos corriendo detrás de su pared todas las noches mientras dormía. Sufría alucinaciones crónicas y pesadillas. Incluso cuando tenía la mente despejada, murmuraba en un idioma que nadie podía entender. Afortunadamente, la madriguera de los topos estaba conectada a la estufa de la cocina. Una noche, las ascuas, que no se habían apagado por completo, prendieron un fuego que exterminó a los topos locos y salvó al minero de un horrible destino.

Cangrejo hogarpétreo

"¡Es imposible que este animalito casi destruyera Belobog!".

A los cangrejos hogarpétreo, que parecen una combinación de camarón y cangrejo, les gusta vivir en las rocas. La mayoría de ellos usan rocas como corazas para protegerse. Su cuerpo alargado se divide en dos partes: cefalotórax y abdomen. Según las investigaciones, los cangrejos hogarpétreo vivían originalmente en las regiones costeras. Eran criaturas oceánicas que perforaban las rocas para poner sus huevos y luego regresaban al mar. Cuando llegó la Edad de Hielo, los cangrejos hogarpétreo se reprodujeron en grandes cantidades y se trasladaron bajo tierra a Belobog, que es más cálido, lo que provocó grandes colapsos de los túneles a medida que migraban. Durante este periodo, se les conocía como cangrejos tunelpétreo. Sin embargo, por razones desconocidas, su población disminuyó significativamente tras llegar a Belobog, casi hasta el punto de la extinción.

Hoy en día, los cangrejos hogarpétreo son considerados una comida selecta en el Bajomundo. Aunque son poco comunes y es difícil conseguirlos, la deliciosa textura de su carne los convierte en un ingrediente estrella. Normalmente se preparan al vapor, pero hay muchas otras variaciones populares, como los cangrejos salteados con guindilla martillo, los cangrejos a la sal, etc. El polvo de cangrejo también se puede combinar con otros ingredientes para obtener sabores intensos.

Debido al escaso número de cangrejos hogarpétreo que hay en la actualidad, mucha gente duda la autenticidad del rumor de que todas las familias del Bajomundo comen cangrejos.