[Serie Supernova] Un trabajo no apto para marionetas
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La Terraza de Investigación de Elixires es el lugar donde se investigan los elixires bajo los auspicios de la Comisión de Alquimia. Un hombre se pasea a toda velocidad por las puntiagudas vigas de la azotea.
En un abrir y cerrar de ojos, el hombre llega al borde del alero y se encuentra con el vacío bajo sus pies. De repente, salta del tejado y se engancha a una robogrulla de Mensajería La Grulla. El pájaro mecánico murmura unas cuantas advertencias pregrabadas antes de intentar quitárselo de encima. Finalmente, se estabiliza y lo lleva hasta un astroesquife estacionado en la distancia.
Cuando los guardias de la Comisión de Alquimia llegaron finalmente a la azotea, el hombre había desaparecido, dejando tras de sí solo una sombra parecida a un grillo.
Un guardia escudriñó la figura que se iba haciendo cada vez más pequeña antes de caer al suelo con lágrimas en los ojos, temblando mientras murmuraba: "Se acabó, todo se acabó".
"No es culpa nuestra, Ninsa". La persona que estaba a su lado suspiró en voz alta y, luego, con tono crítico, dijo: "Avisa a la Comisión de los Diez Líderes. Ellos lo arreglarán".
"¿Arreglar?", gritó el guardia llamado Ninsa. "¿Cómo se puede arreglar esto, Hede? ¡Huyó con un ábaco de jade que contiene las recetas secretas de la Era de la Teofanía! Xianzhou lleva siglos ocultando esos secretos. ¡Una vez revelados, las consecuencias serán inimaginables!".
Ninsa hizo una pausa y, viendo a su compañero sin palabras y a sus propios subordinados aún más petrificados, se levantó para seguir gritando: "¡Ni siquiera tenemos una imagen clara de su rostro! Ni la Comisión de los Diez Líderes puede ayudarnos".
Antes de que pudiera terminar, una fría voz femenina sonó detrás de todos: "La memoricé, no se preocupen".
Los hombres se abrieron hacia ambos lados, y la mujer reveló su rostro: una joven de pelo negro y corto que sostenía una cadena y un cetro. No había ninguna emoción en su delicado y encantador rostro, y eso provocó un escalofrío en los soldados.
"En los alrededores de la Terraza de Investigación de Elixires se prohíbe la entrada de cualquier ingenio robótico. Por supuesto, eso no me incluye a mí".
Mientras caminaba hacia el borde del tejado, la joven dijo con una voz que helaba la sangre: "Todas las robogrullas de mensajería están registradas en la Comisión de Administración del Territorio. Si alguna se ha modificado, lo descubriremos rápidamente".
"¿Y qué me dices de esa en particular? La viste, ¿verdad?", preguntó Ninsa.
"Tal vez se apoderó de ella mediante algún tipo de señal bioeléctrica. Las habilidades de ese foráneo son bastante especiales. ¿Te preocupa?".
Ninsa pareció quedar aturdido ante esta visitante, y casi cayó al suelo una vez más. Como un animal con sus instintos, Hede preguntó con cautela: "¿Puedo preguntar quién es su Excelencia?".
"La jueza de la Comisión de los Diez Líderes".
Y, con eso, la chica se lanzó desde lo alto del tejado y desapareció al instante de la vista.
¡Maestra! Esperé su trabajo durante mucho tiempo. Lo leeré de cabo a rabo. ¡Gracias!
¿La Comisión de los Diez Líderes? Es un buen tema, pero está lejos de los Diez Líderes de mi imaginación. Esto solo parece una reedición tosca de las novelas de espías ambientadas en las afueras de Xianzhou. Le recomiendo a la autora que revise «Principios sociales de amor y restricción». El comienzo es mucho mejor que este.
La descripción de los detalles técnicos por parte de la escritora es fantástica. Tan veraz e impactante. ¿De verdad, trabajó la autora en la Comisión de los Diez Líderes?
Exageras las cosas. Solo soy diligente al examinar las pruebas.
Interesante.
¡Dios mío, es el nuevo trabajo de Fay! #confeti #aplausos #abrazo ¡Esperé esto por
"Producto superior de grado A". Las habilidades deductivas de la maestra Fay son absolutamente las mejores de Xianzhou. Desde la migración de los puntos de vista hasta la remodelación de los personajes, toda la tensión dramática se construye antes de ser liberada al final.
La maestra Fay recorre los temas centrales con palabras pintorescas. Las penetrantes descripciones son estremecedoras, como si les hubieran brotado manos, pies y sentidos. Los personajes son guiados bajo la supervisión y observación del lector.
Quiero ser el perro de la jueza. ¡Quiero que me azoten con la cadena de la jueza! ¡Oh, jueza, soy tu perro! ¿Cómo puedo vivir sin ti? ¡¡Mi jueza!!
Qué asco.