Pensar es existir y los recuerdos son prueba de ello. Todo lo que compone el mundo material acabará desapareciendo, pero puede sobrevivir en otra forma: mediante la reminiscencia.
Contrariamente a la creencia popular de que los recuerdos se mezclan con lo imaginario, los Guardamemorias del Jardín de los Recuerdos creen que la realidad y la imaginación son un mito. En un universo donde todo se reencarna constantemente, ¿qué es absolutamente verdadero y permanente? Incluso las estrellas mueren y los agujeros negros se evaporan, y a escala cósmica desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. En este torrente del tiempo y la vida, el único tesoro son los recuerdos que demuestran la existencia humana.
Los Guardamemorias del Jardín de los Recuerdos se dedican a preservar y compartir los recuerdos. Inspirados por su maestro, Fuli, los Guardamemorias se deshicieron de su forma mortal y viven en forma de espíritus. Con este don único pueden viajar libremente entre los mundos, sin restricciones físicas. Los Guardamemorias se disfrazan a menudo de los nativos del mundo en el que están. Comercian, copian, roban, engañan y utilizan todos los medios posibles para recopilar valiosos recuerdos.