Al cazador de tesoros (parte IV):
Viejo Wen, ¿estás bien? Después de que dejé Herta, un pajarillo del Departamento de Geografía Galáctica me contó que las cosas no van bien para ti debido a mi... peculiar forma de hacer las cosas. Te arrebataron de tus manos la posibilidad de ser el jefe del departamento, y encima te mandaron al taller de reparaciones por el agujero que dejó la explosión.
El daño ya está hecho, y una disculpa de mi parte a estas alturas solo empeoraría las cosas. Además, tampoco puedo compensar tu pérdida. Tú me conoces, odio a los hipócritas por encima de todas las cosas. He estado merodeando por años entre las estrellas, pero no logro recordar cuántas veces he pensado en escribirte. Sin embargo, oí que, de todas las personas que trabajaban en la Estación, odiabas más a Hosea Lazaro. ¿De qué me sirve escribirte una carta, si no la vas a leer? Es por eso que me infiltré en la Estación hace un tiempo y dejé este acertijo para que lo resolvieras. ¡Tantas molestias solo para asegurarme de que leyeras esta carta!
Es hora de que te entregue la receta de la Kapo-Kali. Puedes vendérsela a la Corporación para la Paz Interastral, te darán una suma nada despreciable. Considéralo una forma de compensación de mi parte. Te deseo lo mejor en el resto de tu viaje.
Receta secreta de Kapo-Kali: caramelo, dióxido de carbono, guisantes, campanilla, hojas del árbol interdimensional, ámbar gris de la Abundancia, corteza de orquídea.
Tus ojos no te engañan, esa es la receta de la Kapo-Kali.
Lo juro por la vida de mi madre.
Si eres de los míos, sabrás cómo descifrarla.
Te daré una pista: se requiere un método de revelado especial para mostrar el texto.