Solo alguien muy necio pensaría que la humanidad puede llegar a saberlo todo sobre el universo. Muchos se equivocaron porque buscaron crear profecías basadas en su pequeña parcela de realidad. Lo que no sabían es que el universo no tiene fin y la verdad no es más que una alucinación.
Para evitar que la certeza de la Erudición destruya las posibilidades por las que aboga Mythus, esta hizo descender la niebla del pensamiento y la lluvia de los sentidos para revelar a los mortales los misterios inexplicables del mundo mediante los cuatro agentes: transformación, pantalla, acertijo y espejismo.