El bebedor de mundos, el devorador insatisfecho, el agujero negro pensante. Es un Eón y un Leviatán a la vez.
Para Oroboros, la vida es un fragmento que flota en el océano del vacío y que está destinado a regresar a la oscuridad junto con las estrellas que la engendraron. Esta oscuridad se encuentra dentro de su boca.