Esto fue lo que oí:
Hace mucho tiempo, la misericordiosa Sanctus Medicus viajaba por el mundo con sus
Shuhu el Emanador le preguntó a la misericordiosa Sanctus Medicus: "Todos los seres vivos enferman y sufren. Todos los seres vivos comparten el nacimiento, la vejez, la enfermedad y el sufrimiento. ¿Cuál es la raíz de todos los sufrimientos?".
La misericordiosa Sanctus Medicus respondió: "El nacimiento, la vejez, la enfermedad y el sufrimiento: todo termina en muerte. El sufrimiento de los vivos está en los límites. El de los ancianos, en envejecer. El de los enfermos, en la cercanía de la muerte. Así, el nacimiento, la vejez, la enfermedad y el sufrimiento son formas morir. La muerte, por ende, es la raíz de todos los sufrimientos".
Shuhu el Emanador cruzó los brazos y preguntó: "Todos los seres vivos mueren algún día y algún día se pueden reencarnar. ¿Cómo pueden dejar de ser jóvenes o viejos, de enfermar o de sufrir?".
La misericordiosa Sanctus Medicus dijo al Emanador Shuhu: "Los seres vivos están encadenados a sus cuerpos como prisioneros, y sufren estos tres suplicios mencionados. Por eso, he plantado el árbol sagrado para liberar a dichos seres: para que la vida no conozca límites y la vejez nunca llegue; para que la muerte se revitalice; para que todos los males desaparezcan".
Luego, Shuhu el Emanador recitó: "La misericordia de Sanctus Medicus, el nuevo brote del Árbol de la Ambrosía. Los discípulos alcanzarán la iluminación juntos".
"La misericordia de Sanctus Medicus, el nuevo brote del Árbol de la Ambrosía. Los discípulos alcanzarán la iluminación juntos".
Luego, los
A medida que repetían las palabras, los