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Escúcheme, Señor Arquero del Destino.
Yufei se alistó a la guerra.
Es la tercera gran guerra entre la Alianza y los Moradores de la Abundancia. Muchos conocidos fueron a la guerra, pero nunca imaginé que Yufei también participaría.
"La Alianza necesita a su mejor sanadora, y resulta que esa soy yo. Es inevitable, ¿no?". Yufei tomó mi mano mientras lo decía intentando disimular su preocupación.
Tomé la mano de Yufei y le contesté nerviosa. "Los del Luofu tienen muchos sanadores. ¿Por qué tienes que ir tú? No eres una Nimbocaballera. Puedes negarte...".
"Sé que te preocupas por mí". Yufei me consoló amablemente. "Solo soy una sanadora. No correré peligro. Además, el Señor Arquero me protegerá".
Ella estaba decidida a ir. Solo podía rogarle. "Eres alguien increíble. Puedes vivir una vida feliz, incluso sin mí. Yo soy débil. No sé cómo vivir en un mundo sin ti. Por favor, vuelve de una pieza".
Yufei rio feliz. "¡Yo tampoco puedo vivir sin ti! Confía en mí. Volveré sana y salva".
Luego soltó mi mano. Caí de rodillas al suelo, cubrí mis oídos y me encogí. No quería escuchar cómo se marchaba.
Señor Arquero del Destino, por favor, tráigala de regreso a salvo.
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Alguien fue poseído por Mara en el área urbana del Sánctum de la Exaltación y causó grandes daños. Los jueces de la Comisión de los Diez Líderes nos encargaron hacer la autopsia del cadáver.
Los resultados de la autopsia me resultaron muy interesantes. Grabaré esto para futuras referencias.
El fallecido era un incompleto. Nació sin extremidades y padecía una condición cardíaca congénita. Sin embargo, la autopsia indicaba que todas sus discapacidades desaparecieron por completo tras ser poseído por Mara.
Sus extremidades se volvieron fuertes como los de una ternera rocamarilla, y su corazón era como el motor de un astroesquife. De hecho, tales casos suelen aparecer en los anales de la historia, pero sigo sorprendida por encontrarme frente a una ocurrencia así.
Debo admitir que he estado ignorando deliberadamente una cura particular para los incompletos... Específicamente, aceptar el poder de la Hacedora de Plagas. Después de todo, nadie escuchó que haya incompletos entre los borisin.
Quizá haya una forma de usar el poder de la Hacedora de Plagas sin riesgos.
Claro, esto es solo una fantasía. Tales experimentos serían un crimen castigado con la muerte.
Por si acaso, estas palabras están dirigidas a cualquier futuro juez de la Comisión de los Diez Líderes que investigue este diario: el contenido son solo mis fantasías y no planeo concretarlas.
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Yufei y yo nos escribimos muchas cartas últimamente.
Por ahora está segura en el hospital de campaña, lejos de la primera línea.
Claro, me preocupo por ella, pero solo puedo rezar en silencio.
Señor Arquero del Destino, por favor, manténgala a salvo.
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La guerra terminó. Ganamos, y Yufei murió.
No entiendo cómo pudo morir en el hospital de campaña, lejos del conflicto.
Seguí preguntando como si estuviera loca, hasta que los Nimbocaballeros por fin me dijeron la verdad.
El Señor Arquero del Destino descendió al plano físico y aniquiló a la flota de los borisin con su flecha divina. Al mismo tiempo, el milagro divino conllevó un "daño colateral" que afectó al hospital en el que estaba Yufei.
No murió a manos de los Moradores de la Abundancia. En su lugar, fue convertida en polvo por la flecha divina del Señor Arquero del Destino, sin dejar ni un solo hueso.
¿Por qué, Señor Arquero del Destino?
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Señor Arquero del Destino, esta será la última vez que le escriba.
Deseo que todo lo que desea destruir renazca.
Deseo que todo lo que quiera preservar sea aniquilado.
Deseo que todas las vidas en el mundo progresen contrarias a sus deseos.
Deseo que todas las estrellas del cielo se atenúen por su existencia.
Deseo que esta galaxia esté repleta de vida, no de muerte.
Deseo que la Alianza exista por siempre, pero no como usted desea.