(En el tablón de anuncios hay pegada una noticia cuidadosamente recortada del periódico. La Guardiana Suprema Tatiana dio un discurso conmemorativo delante del nuevo museo y «El Cristal de la Actualidad» lo transcribió entero).
Hoy es el quincuagésimo aniversario de la muerte de la tercera Guardiana Suprema, Alexandra. Desde la desaparición de tan gran mujer hemos vivido el medio siglo más pacífico desde la fundación de Belobog: el pueblo es próspero y la ciudad avanza en la dirección correcta. Estamos en el mejor momento de la historia y todo es gracias al trabajo que la Guardiana Suprema llevó a cabo durante su vida. Hoy me gustaría que todos expresáramos nuestro más sincero agradecimiento a la señora Alexandra.
Durante el gobierno de la señora Alexandra, Belobog experimentó varias transformaciones espectaculares. El desarrollo del Bajomundo se aceleró y una multitud de jóvenes animosos montaron sus negocios en los asentamientos mineros. A la vez que impulsaba el progreso de la sociedad y la economía del Bajomundo, la señora Alexandra también se dedicó a promover la formación. Fundó la Universidad de Belobog para fomentar la investigación científica y, gracias a su generosidad, el conocimiento de la ecología del subsuelo alcanzó nuevos hitos. Además de esto, la señora Alexandra también unificó las unidades de medida de Belobog y estableció el calendario de la Era de la Fortificación, que sigue utilizándose hoy en día. Podemos decir sin asomo de duda que, sin la señora Alexandra, Belobog tal vez seguiría viviendo en una oscuridad caótica e ignorante.
Para mí, la Guardiana Suprema Alexandra fue una heroína que no pude conocer en persona. Cuando aún era candidata a convertirme en Guardiana Suprema, la señora Fainka me hablaba a menudo de la abuela Alexandra. Podría decirse que nunca nos abandonó y que siempre ha estado con nosotros. Belobog siempre recordará a Alexandra, siempre recordará a todos y cada uno de los Guardianes Supremos de Belobog, siempre recordará estos nombres de grandeza, incluso dentro de otros cincuenta, cien o incluso mil años.
Una vez más, mostremos nuestros más profundos respetos a la gran Guardiana Suprema Alexandra.