Archivum Honkai: Star Rail

Carta de quien persigue sus sueños

Querida mamá:

¡Cuánto tiempo sin vernos!
¿Qué tal has estado? Últimamente el suministro de calefacción no funciona muy bien, no solo en el Supramundo, me dijeron que en el Bajomundo las noches también son frías. ¡Ten cuidado y no te resfríes!

Te escribo para contarte que pronto venderé mi casa del Supramundo. También llegué a un acuerdo sobre ese local de Villarremache. Dentro de dos meses, cuando regrese, abriré la tienda de nuevo.

Hice unos cálculos sencillos, si descuento la compra del local de las ganancias de la venta de la casa, y también la hipoteca, me quedarán unos 800 000 créditos. Visto así, mi aventura por el Supramundo ha sido muy rentable. Si hubiera vendido todas mis posesiones antes de irme, habría obtenido poco más de medio millón.

Es increíble, en el Supramundo los precios de la vivienda suben cada día. Si vendiera esta casa para comprarme una nueva, no tendría más que para el pago inicial, igual que cuando acababa de llegar al Supramundo. Durante ese tiempo pasé muchas penalidades, cuando tenía dinero de sobra podía permitirme media salchicha y cuando no lo tenía bebía agua del deshielo para llenarme la barriga. No quiero volver a pasar por algo así, de veras, no quiero volver a ver en mi vida una salchicha de Belobog, no importa de qué sabor sea.

Al principio quería hablar con la agencia inmobiliaria para negociar el precio, pero da igual, lo consideraré como un nuevo comienzo. La vida en el Supramundo es muy opresiva y no quiero estar aquí ni un minuto más de lo necesario. ¡El peor de todos es el Banco de Belobog, allí no tienen consideración alguna! Solo habían pasado unos días, no es que no quisiera devolver el dinero. Al concederme la hipoteca me trataron como a un amigo, pero al momento de reclamar el pago casi me muerden. No hay lugar mejor que Villarremache, allí no pasan estas cosas.

¡Cuando empiezo a pensar en eso, me enfado muchísimo! Pero es mejor no mencionarlo, de todas formas pronto estaré en casa. Planeo hacer lo mismo que antes, abrir una tiendecita de productos para el hogar. No ganaré tanto como en el Supramundo, pero seguro que viviré mejor. ¡No iré siempre corriendo de un lado para otro sin saber por qué!

Mírame, otra vez estoy hablando del Supramundo. No importa, lo superaré. No te preocupes, mamá. Cuando todo esté resuelto, volveré a escribirte.

¡Cuídate mucho!

Tu hijo que te quiere, Robert Modric